La mayoría de días te levantas pensando que van a ser días normales, no crees que preciso ése día que te levantas desprogramado y sin ganas de bañarte, la vida te vaya a mirar directamente a los ojos dispuesta a hacerte un guiño.
Pero la verdad es que lo hace.Hay días en los que sientes el aire como si lo vieras de color azul y todo te pasa por la garganta como consitiéndote el ánimo.
Hay días en los que sabes que si alguien tuviera acceso a ésa intimidad que tienes con tu mente: serías protagonista de una película maravillosa.
Hay días que ése mundo pequeño que construyes entre el espejo y tu, parece ser todo lo que basta para continuar.
!Hay días de días!
Hay días lluviosos, hermosos! Donde sientes que el frío te arrulla y te golpea la convicción de que es un día más de tu vida... un simple día en el que por alguna extraña razón amaneciste con el don de la hipersensibilidad positiva.
Es uno de ésos días en los que tus ojos se ven mas profundos y sabes que podrías llorar y reir al tiempo, sintiendo de cada cosa un bienestar enorme.
Hay días en los que la gente se siente ganadora. Como si viviéramos en un concurso en el que ganamos grandeza y saltamos muy alto con cara de gato.
Yo... no sé, hace mucho no tenía uno de ésos días, hace mucho no tenía uno de estos fines de semana.
No soy del tipo de persona que necesita para la grandeza a Elvis Presley desde la muerte dándome un beso de gracia...
Sé que soy mucho más simple que éso!
Necesito sólo caminar un Viernes en la tarde por la ciudad atiborrada de gente, estar en una exposición de arte, ver pelis con mis amigas todo un Domingo y despertarme a ver más pelis con mi papá el Lunes.
Necesito poco. Necesito una canción triste que me recuerde la complicidad que puedo encontrar en ratos tristes, necesito poder quedarme calladita mientras veo a la gente hablar, necesito consentir a la gente mientras duerme o pensar en cómo sería el mundo que el Doctor Parnasus me podría mostrar.
Y sé que aún teniendo todo eso podría no ser feliz, entonces agradezco a este golpe de gracia, a esta jugarreta de neurotransmisores, a este guiño de la vida... que me llene de deseos de oprimir el obturador de mi vida para guardar así por siempre este tipo de sensaciones en mi memoria.
Pienso todo esto mientras veo los créditos de la peli pasar y mi papá que casi nunca entiende las películas que me gustan pero igual las duerme al lado mío, se levanta y me dice "Andre ¿Cuándo vamos a ver una película un poco más terrenal?"
Yo le sonrío, saco la película y me voy bañar. Mientras afuera llueve y llueve sin parar.
...Burnout stars they shine so bright...