Rezos sin destinatario "como lágrimas de loco"

Me deslizo hasta donde la pared se encuentra con el suelo. Cierro los ojos y me huele a tierra mojada. Choco mi mejilla contra el suelo y empiezo a sentir la realidad del frío. Algo se me quiebra, podría jurar que escuché el sonido de la fractura. Nadie lo escucha, no hay nadie ahora que escucha mis fracturas. Presiono párpado contra párpado, presiono mi mejilla contra el suelo, presiono mi cabeza contra la pared. Trato de compactarme. Trato de enyesar mi fractura con presión contra las superficies…Listo, ya. ¿Ya?. Ya pueden llevarme a otro lado el frío, la melancolía y sus sonetos. Ya le confieso mis fracturas al suelo. Vamos, ¡vamos!… que me lleven ya. Naufragar en superficies planas y mojadas, naufragar mientras veo tantas cosas erradas. Naufragar. Naufragar ya me tiene mamada. Ya. Venga algo que me dé más sustento. No más palabras escritas con esa ceniza que se lleva el mar cuando se disfraza de muerte. No más basura ni para qué reciclar. No más. Júrame, júrame por favor, aunque odies jurar. Ya no prometas sólo que vas a tratar. Júrame que esta va a ser la última vez que tenga que gritarte entre susurros “no más”. Júrame que no me va a oler más a tierra mojada. Levántame por última vez y déjame a tu altura. Recógeme de las aristas del cubo que se vuelve mi mente. Sé el único ser que sepa cada cuanto se me da por implorar. Hazme única, una vez por todas. Funde mi sueño con mi realidad. Llévame contigo a un lugar de paz. Para tantos ruegos, haz realidad tantos sueños.