11.03.2011

Los secretos detrás de mi pupila


[Ignoremos la falta de contexto]

La forma cómo miro la ventana con ansias de tí.
El mordisco que me pego en la mano para no terminar llamándote.
La compleja rutina de aérobicos mentales para no dejar mi ánimo irse en caída libre cada vez que me muero por tí.
Morirme por tí, pero sobrevivir en el intento.
Escribir con golpes duros en el teclado para así descargar la energía de la fuerza con la que me siento halada a tus recuerdos.
Parpadear lento y respirar profundo. Hacer como si nada.
Sentirme más vacía que la nada después de pasar horas de hacer como si nada.
Las ganas de hablarte pero no encontrar un sólo conducto apropiado.
Verte y tener ganas de cogerte la mano para salir corriendo al pasado.
Olvidar que agonizo frente a la idea de protagonizar nuestra propia versión de Eternal Sunshine of Spotless Minds.
Ser esta niña que vive con intensidad adulta, que se devana los cesos crackeando uno de los laberintos más complejos.
Ser este ser humano desesperado por conectar la razón con el corazón y hacerle entender a él, al que se acelera ante tu memoria...
que este ritmo tiene que llegar al compás final...
Mi secreto es necesitar que entienda él, mi corazón, entienda por fin, así como ya lo hizo la razón...
que fuiste todo, todo, todito, todo...
Pero FUISTE.





[Ya no quiero hacer inventario.
Y los incendios,
siempre terminan en ceniza,
cada suicida trae sus prisas,
yo seguí esperando
nunca me harté

Y la moneda, cayó de canto,
los gatos andan por los tejados,
me sumo en llanto,
casi amanece, vienen los perros]


[Ignoremos, por favor, la falta de contexto]


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